miércoles, 22 de agosto de 2018

Fragmentos

"Volvió otra vez su rostro hacia la ventana, su mano acariciando su cabello rubio, como lo haría con el cuello de una amante. Sí, esas ideas se te ocurren cuando ves a Rebeca y sentís su perfume, uno de sus besos ardientes es una bocanada de hachís en el alma y entonces..."

"Y entonces lo vi. Tenía el pelo muy corto, a lo marino.Su traje era de un corte impecable, azul. Tenía cincuenta años o más, y se lo veía fuerte, alto, varonil. Ella reía y tambaleaba un poco sobre los finos tacos.
Y él la tomó del brazo con fuerza.
No fue un simple llamado de atención, ni un gesto protector.La tomó como se manipula a una muñeca.
La rompió como a una muñeca."

"Siento, no sé...con Rebeca no se sabe lo que una siente. El corazón que da un vuelco, no sé. Era ella y venía por mí. " "Sonrió y sentí que se paraba ese reloj que llamamos corazón."

"No entiendes- dijo Rebeca- Al menos Diana pudo matar a Acteón. Yo vivo con él. ¿Te imaginas? Cada noche, cada mañana, cada noche que a él se le antoja..."

Fragmentos sin orden de La Mujer prohibida, Paula Ruggeri, Textos Intrusos Editorial, 2018

No hay comentarios:

Publicar un comentario