viernes, 26 de abril de 2013

El futuro viaja en colectivo


Santi oigo al nene mientras subo—. Santi, no llores, mirame —el nene, de ocho o nueve años, quiere consolar a su hermanito. Me hace sonreír, uno de esos días que hace falta una sonrisa. Pero la pequeña familia del colectivo, una familia de tres, como en mi juventud fue la mía, me dará más que una sonrisa. Santi, mirá. Gooool y Santi, abrazado por su madre, empieza a hipar despacio, mirando a su hermano sentado enfrente, satisfecho, orgulloso.
Como su madre. Su madre que lleva a sus dos hijos como a sus pocos años jóvenes.Su madre que, como Santi, como él mismo, lleva en su rostro el cobre en clave de sol americano.
Y con la fuerza que sólo una madre de esa edad tiene, baja llevando a sus dos hijos en brazos, conmigo como una orgullosa e improvisada escolta...
Y ya en la vereda me dice gracias, sin un rastro de humildad, sino con esa maravillosa confianza en sí mismos que tienen los que saben que son el Futuro.

lunes, 15 de abril de 2013

Rebeca, la novela

Viví en está historia casi un año, a pesar de que la escribí, en su mayor parte, en dos furiosos y apasionados meses...
En ella hay calles de Buenos Aires, lecciones de maquillaje y vidrieras de zapaterías, sin embargo, en la trama intenté, una y otra vez, atrapar a esa mariposa caprichosa que es el alma del Deseo...
El Deseo se esconde en el líquido de las copas, aguarda paciente a que el auto tome una curva, el Deseo espera al pie de un cuadro de Degas...se esconde entre la seda rasgada de la Noche....
El Deseo está ahí, a punto de cambiar tu Vida para siempre...

                                                                 REBECA



La mujer del impermeable blanco

Era rubia y se veía casi dorada, en un impermeable casi blanco como su pelo, con una faja ajustada. Era inapropiado, no llovía, pero eso marcaba su toque personal. No llovía y a ella no le importaba .Tenía unos zapatos de taco altísimo y sólo ella podía moverse con gracia por el salón con ellos. Sus muñecas ágiles se quebraban al tomar la copa, una y otra vez, dos, tres copas, hasta que empezó a reír, borracha. Sus partenaires se reían con ella, no de ella.
Y entonces lo vi. Tenía el pelo muy corto, a lo marino. Su traje era de un corte impecable, azul. Tenía cincuenta años o más, y se lo veía fuerte, alto, varonil. Ella reía y tambaleaba un poco sobre los finos tacos. Y él la tomó del brazo con fuerza.
No fue un simple llamado de atención, ni un gesto protector. La tomó como se manipula a una muñeca.
La rompió como a una muñeca. La sacó del salón, trastabillando. Antes de dejarse llevar por él, ella giró la cabeza, miró, casi provocadora,  hacia dónde yo servía una mesa, y me sonrió.
Fueron dos segundos. Dos segundos que entonces carecían de importancia. ¿qué importa la sonrisa de una desconocida? ¿ La de una mujer a la que un hombre arrastra por el suelo del salón? No lo sé. Pero ella reía, y reía y por unos segundos, yo, quise saber reír como ella. Levanté la mirada de la mesa y firme, le sonreí.
         Luego conté los platos vacíos, los cargué en la bandeja y pregunté qué necesitaban los señores, antes de alzar el brazo y cruzar con la bandeja en alto el mismo salón que ella recorrió a la rastra.

Conocí un camarero que decía que en las copas habitaban los truenos. Todos lo creíamos tonto, pero no lo era. Si ahora pudiera verlo, debería ir a la feria del libro, hacer una hora de cola y murmurar: “Soy Mariela ¿me recordás? La camarera del bar Sena, en Palermo”. Y el murmuraría “claro”, o no y firmaría el libro o me lo arrojaría a la cabeza, no lo sé. Éramos tontos y cuando decía esas cosas, lo tratábamos de tonto. Era el más lento, el más torpe, el que siempre recibía los billetes pasados por el lavarropas. Pero decía que en las copas habitaban los truenos y era, ah, el mejor de todos nosotros. Había un trueno en la copa que serví a la mujer rubia, un trueno que estalló en sus labios y entonces sus ojos me vieron por primera vez.

Rebeca era rubia y sólo podía ser rubia. Rebeca se llamaba Rebeca, y sólo podía llamarse así. Como la película. Una mujer inolvidable, decía el subtítulo. Y la gasa transparente de su camisón, acariciada por mil manos, sólo puede llevar su perfume, el de Rebeca, aunque la toque yo, y tal vez vos y cuantas y cuantos… ¿cuántas mujeres recuerdan el seno rosado de Rebeca? ¿cuántos hombres añoran los labios tibios de Rebeca? ¿Cuántos números de teléfono tuvo Rebeca? ¿Cuántos cientos de agendas guardaron, esperanzadas, el número prohibido? Pero ningún tango se llama Rebeca, creo yo. Creo que debería haber uno. Y deberían prohibir los impermeables blancos a toda mujer que no sepa llevarlos como Rebeca. Tal vez, prohibir el pelo rubio.
Tal vez haya amado demasiado a esa mujer. Tal vez el trueno quebró la copa y la destruyó para siempre.

viernes, 5 de abril de 2013

INSTRUCCIONES PARA LA MUJER REVOLUCIONARIA




LO QUE USTED DEBE SABER SI QUIERE SER REVOLUCIONARIA


INCISO B” DEL REGLAMENTO DEL GRUPO REVOLUCIONARIO.

Apartado: mujeres. Versión anotada y explicada.

I


A: Los revolucionarios aceptan como absolutamente necesaria la participación de la mujer en el movimiento.
B: Su función primordial es cebar mate.
C: En el caso de ser hora del almuerzo o la cena, preparar la comida. Se les permite cuchichear mientras la hacen. Si hablan demasiado fuerte, interrumpiendo los procesos complejos de pensamiento de los intelectuales revolucionarios, pueden recibir amonestaciones. En el caso de estar casadas o en pareja, se considera la disciplina como obligación conyugal. En caso de ser solteras, cualquiera puede gritarles desde la puerta de la cocina. En ese caso están autorizadas a protestar de dos maneras. Se les puede decir machistas que no les importa. Se les puede pedir perdón. No se admite otro tipo de protesta. No se debe dejar hervir el agua del mate, no se puede dejar quemar la comida, no se puede dejar sucios los platos.
C 1:En caso de ser un asado, sólo se ocuparán de la ensalada, los vasos , los platos, las bebidas, servirlas, alcanzar diarios, fósforos, aspirinas, cigarrillos, vino y /o cualquier cosa excepto ir a la carnicería y encender el fuego, tareas demasiado complejas para la naturaleza femenina por su implicancia prometeica. Se les recomienda mantenerse juntas y a distancia  prudencial, si son solteras. En caso contrario se debe estar humilde y sumisamente sentadas al lado de su compañero con el aspecto de una dulce mujercita revolucionaria. Se recomiendan los escotes profundos si quiere que le den la palabra alguna vez. Consultar inciso E. Vale cuchichear y sonreír, solo un poco y siempre y cuando no se esté definiendo el destino del planeta ni le hayan pedido más vino. Los chistes machistas serán festejados, atendiendo que el único insulto que causa enojo a una revolucionaria es fascista o burguesa o gorila. Vale considerar que total no les doy bola y si me enojo es peor.  Todos los argumentos fraudulentos femeninos para dejarse pisotear son necesarios en este caso. El caso de ser un hombre revolucionario es distinto, si le dice cualquier insulto, le asiste el derecho internacional civil de enojarse. Ese no es su caso. Sentirse insultada cuando la insultan solo sirve para delatar que tiene la regla, que es una histérica y que está loca. Al hombre lo asiste el derecho y a la mujer el psiquiatra. Entérese de una buena vez. Recuerde que homosexual vale como insulto en círculos revolucionarios. Las estupideces de las minorías sexuales se dejan para los europeos, que es gente que no tiene nada que hacer. La sexualidad revolucionaria es la hegemónica. (Eso significa cabalmente no solo la posición del misionero sino la idiosincrasia del misionero, pero no se dice evangelizar, se dice concientizar. Si usted quiere ser concientizada a gusto, es recomendable tener ciertos tratos también con cerdos burgueses y proletarios sin conciencia de clase. Enemigos e inconscientes también tienen conciencia de esa para ofrecer).Lo principal a entender de la sexualidad revolucionaria es que la ideología se puede transmitir sexualmente. Algunas ideologías son, de hecho, enfermedades venéreas. Muchos hombres y mujeres revolucionarios lo entienden y lo aplican así. Si lo pasan o no mejor que usted depende de si es un curso acelerado o un seminario intensivo. También se puede ser revolucionaria haciendo revoluciones, pero no se considera imprescindible.
C2- Usted puede musitar cualquier insulto cuando va al baño. Es su única oportunidad. Dichos en el baño, no se enteran. En caso de insultar de todas maneras, las consecuencias serán irreparables. Si usted ve en cualquier lado a un hombre que la mira fijo, con expresión de odio invencible hasta la muerte, y no recuerda su nombre ni su rostro, es un revolucionario a quien llamó cobarde hace diez años. En caso de insultar a un revolucionario, asegúrese de que sea en lugar público e iluminado. Lo mejor es insultarlo en una manifestación llena de policías, si él se entretiene pegándole, después podrá por lo menos ver como le pegan a él. Finalmente podrán arreglar sus diferencias en el celular y acabarán fraternizando en el hospital. De todos modos, no se case con él. Sería un grave error.

II

( En caso de estar usted fea, o gorda o vieja, ya sabe que el revolucionario no se fija en esas cosas. Es solo por eso que no la saluda ni le dirige la palabra y no la abraza cuando consiguen el aumento, cantan el himno o derrocan al gobierno. Es útil consultar el  punto  D).

D: EL ABRAZO REVOLUCIONARIO

Circunstancia en las que es posible recibir un abrazo emocionado de un revolucionario
D1: En caso de estar gorda, fea o vieja, ninguna.
D2: Excluido lo aclarado en D1, usted puede ser abrazada en toda circunstancia. Si la asamblea tuvo el resultado esperado, por eso. Si no tuvo el resultado esperado, por eso. Si no hubo asamblea, por eso. Si el revolucionario se va a México con los zapatistas, por eso. Si se va a la esquina a comprar cigarrillos, por eso. Si por algún motivo usted no quiere ser abrazada cincuenta veces, cuente la cantidad de revolucionarios en la asamblea y si son cincuenta, no entre. Si pretende no ser abrazada en ninguna circunstancia, usted no es revolucionaria. Deje a Marx y lea Mujercitas que es lo suyo. Si le parece que ya la abrazan demasiado, tal vez no sea mala idea que use corpiño, aunque sea una opresión burguesa.

E:  ÚNICOS MODOS DE INTERVENIR EN UNA DENSA DISCUSIÓN POLÍTICA:
  E1- Nunca le darán la palabra con las posibles excepciones siguientes: escote profundo, minifalda u otros artilugios bélicos. En caso de llevar ambas, tendrá la palabra cuantas veces quiera. Estarán ansiosos por escucharla. Lo cual no impide que se cumpla el punto B.
E2. Todas sus alocuciones empezarán con las siguientes fórmulas. “Lo que no entiendo es...” o “No entiendo” o “¿Me pueden explicar?” En tal caso recibirá una respuesta sin ningún problema y en tono normal. Que usted no entienda es normal para ellos. De no hacerlo así y en el caso que usted discuta o confronte o peor, demuestre esa infrecuente cosa que es la seguridad en sí misma pueden suceder dos cosas. a) que la discusión prosiga como si usted no hubiera dicho absolutamente nada.  b ) que siga como si usted no hubiera dicho absolutamente  nada excepto porque un revolucionario le contestará en voz baja, brevemente y  mirándola de costado descalificándola con la actitud de Eugenia de Chicof explicándole como usar los cubiertos. De todos modos la odiaran, con o sin escote.
OTROS GRUPOS SOCIALES Y CIRSCUNSTANCIAS EN QUE ES VÁLIDO ESTE REGLAMENTO.

ESTE REGLAMENTO ES MULTIUSO. Aparte de los sindicatos, los partidos políticos, los movimientos de izquierda de todo tipo también se aplica a :
  1. El Opus Dei ( el apartado de abrazos es válido en : a) Pasillos oscuros, b) detrás del altar, c)otros sitios ocultos al público, lo que garantiza consecuencias. Vale aclarar que al Señor no se le pide preservativos, mejor cómprelos.
  2. Acción Católica, Asociación Cristiana de Jóvenes, grupos de oración, retiros espirituales, etc
  3. Clubes de ajedrez
  4. Reuniones de aficionados acerca de cualquier forma y género literario.
  5. Reuniones de cualquier cosa.
  6. Oficina y cualquier ámbito de trabajo
  7. Asados por cualquier motivo.
  8. Otros (a llenar por la interesada) ............................................................................................................................................................................................................................................................, etc...

CONCLUSIONES


Principalmente se tiene en cuenta como forma primigenia de la dinámica de cualquier grupo humano donde alternen hombres y mujeres, las reuniones de consorcio de los edificios. Cuando se formaron los consorcios de propietarios, se halló por fin la definición de humanidad. Aún así, los consorcios de propietarios tienen mayor equidad entre hombres y mujeres. Esa condición casi ideal se debe solo a que en sus reuniones no se come ni se toma mate. Las consecuencias  de esta equidad demuestran que  discriminar, y mantener ambiciones napoleónicas en los campos de batallas más reducidos y ridículos, no son conductas propiamente masculinas. Los idealistas que depositan su ingenuidad en el género femenino deberían dejar esos seminarios de antropología filosófica que les impiden asistir a la reunión de consorcio. Dado el caso, la discriminación es una cualidad que no tiene género, solo número. Esto debería servir para que aprendan que puestos a ser unos hijos de puta, da lo mismo ser mujer o hombre. Tal vez cuando se aviven verán que también ellos pueden cebar el mate y que nosotras también podemos cascar al oponente ideológico. Así resultará más variado y menos aburrido hacer la revolución.