martes, 31 de julio de 2007

Antes de hablar de escritores malditos, hay que definirlos. Hoy estoy realmente cansada, así que en lugar de vivenciar el arte como dice uno de mis amigos, quien con inigualable astucia se percató de que estoy loca( gracias, Pablo,lo tomo como un elogio) voy a retipearlo, esta definición la escribí hace muchos años, cuando había pizzas de tres pesos. De esa década infame algunos recuerdan sus viajes por Europa o los electrodomésticos, yo me acuerdo de la pizza de tres pesos que es cumplir con una de las condiciones para estar maldita. Acá va.

Definición del escritor maldito

Un escritor maldito es indefinible.
No obstante eso tiene dos ineludibles características.
La primera es que escribe.
La segunda es que está maldito.
Sabemos muy bien que cuando estemos muertos y enterrados un montón de imbéciles de la Sorbona se va a doctorar gracias a nosotros, que otro montón de hijos de puta se va a enriquecer haciendo nuestra biografía y que los futuros editores venderán cinco millones de ejemplares del mismo libro que si ahora vendemos sólo cinco ya podemos comprarnos una pizza de tres pesos para festejar.
Yo sé muy bien que futuros lectores se conmoverán al leer que me prostituí para pagar el gas, que sufrirán al saber que cargué bolsas en el puerto para comprar papel, que llorarán desconsolados al leer que me hice ciruja para dar de comer a mis hijos del pecado. Sé que se enamorarán de mí al ver mi foto de prontuario de cuando asalté una farmacia para comprarme las Iluminaciones de Rimbaud, que leí en la cárcel y que encima no me gustaron y que este mismo cuaderno en el que escribo y que robé en un supermercado lo subastará Sotheby’s. Mientras sé muy bien todo esto, tengo que aguantarme que la Humanidad me desprecie. ¿Y saben lo que les digo? Digo: Ja. .. y además... que les importa que haya sido prostituta, ladrona y ciruja si no es eso lo que me hizo una curtida mujer de la literatura, sino que fue enterarme de que mi padre era en realidad mi hermano y que por lo tanto mi madre se casó con mi abuelo.
Pero para saber qué es en definitiva un escritor maldito, lo definiremos así.
Un escritor maldito se define por la sonrisa irónica con que estampa su firma inmortal en la hoja que le tiende el empleado de tribunales, ente vulgar y bruto, al entregarle la última cédula de desalojo.

3 comentarios:

  1. Pues en conclusión por lo que acabas de decir, el mundo apesta. Sí. Aunque la esclavitud (dicen) ha sido abolida, esta continúa. En el mundo moderno y occidental nos etiquetamos como gente esclava en potencia. Esclavos de la publicidad, de los impuestos, de las ganancias, de las drogas, de la pasión, de nuestros sueños frustrados, de tus enemigos, de la ansiedad, de la mala sangre, de nuestros terratenientes con traje.

    ¡Esclavos! Esclavos por aquí y por allá.

    Esclavos de nuestras víctimas y nuestros cómplices. Esclavos de la venganza y la sed de la misma, y el hambre en todo su esplendor. Esclavos de esos clavos, que nos atan a nuestro destino escabroso.

    Esclavo... ¡No me encierren entre estos signos de exclamación!
    ¡¡¡Mientras más grito me quedo más encerrado en estos signos!!!

    Colapso... No sin antes enviarte un saludo de esclavo a esclavo.

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  2. well, veo que no es lo mio un blog pero escribo igualmente,presentandome,que lo que acaba de decir asad manhar no tiene mucho sentido que digamos, por lo que mi respuesta,tampoco deberia tenerlo,y puedo proceder a decir....

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  3. No escribo. Ni siquiera alcanzo a definirme como cronista. Llegué acá no sé cómo, y me gustó lo que leí.
    Por eso te puse en mi blogroll, diciendo a quienes me leen "Blogroll ► Agregué Informe Forense Sobre La Naturaleza Muerta, blog de Paula Ruggeri (no sé si somos parientes); me gusta cómo escribe, y cómo se ve (si las fotos en el blog son de ella). La seguiré leyendo".
    Mi blog: Venta Directa en Argentina.
    Ah, tampoco vendo nada. ¿Que qué hago? Comparto lo que leo y me gusta.
    Un saludo, de verdad me copé con tus posts.

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