miércoles, 4 de agosto de 2021

LA NIÑA AUSTRÍACA

 De niña los leía. Títulos como " Una aventura de Sissi", "Sissi y el fugitivo", "Sissi Reina de Hungría". Me apasionaba esa pequeña figura trágica, dechado de bondad, generosa, valiente y un larguísimo etcétera de virtudes, que era la Sissi de ficción.

La encantadora Sissi desdeña el protocolo. Cualquier niña de los 80 se podía fastidiar como ella de los buenos modales. A lo largo de muchos pequeños tomos, Sissi (se acentúa en la primer sílaba, según aprendí en Viena) se enfrenta a espías lombardos, es robada por malvados gitanos, y sobre todo desafía a la Archiduquesa, su suegra, que la tiraniza en la corte. Y a lo largo de muchas páginas, los novelistas expertos exponen las razones con las que Austria dominó una parte importante de Europa .Mientras en " Sissi, una aventura", la princesa busca un tesoro perdido, en "Sissi, Reina de Hungría" corrompe con nobles razones a los aristócratas húngaros, destinados a traicionar a su pueblo.

Evidentemente esta saga de libros escritos por distintos novelistas hombres y mujeres, (Maritza Hensen, Odette Ferty, Marcel Disard, son algunas firmas) tenían intenciones de propaganda que no se terminaban en la política austríaca sino que tenían una misión domesticadora de sus jóvenes objetivos femeninos.

Sin embargo, la Sissi de los libros es revoltosa. Anda por los palacios descalza y despeinada , a veces con una cerveza en la mano.

En el Sissi Museum me emocioné al ver los hermosos vestidos ajados por el tiempo, los retratos, el escritorio donde escribía poesía, que firmaba como Titania.

Fue como enfrentar mi propia adultez, dejar atrás el recuerdo de los libros y ver lo que dejó esa mujer que murió apuñalada.

¿Todo era falso? ¿Mi Sissi es un invento?

Yendo de Praga a Viena me toca sentarme en el mismo vagón que una señora austríaca y su pequeña nieta. La niña tenía unos seis años y llamarla revoltosa es poco. Despeinada, con la carita sucia y risa permanente, da vueltas por los asientos hablando en alemán con todo el mundo.

De golpe me mira. Se da cuenta de que no la entiendo, (no sé alemán) y tengo la satisfacción de darle curiosidad.

Creo que lo hermoso de Sissi y su personaje están en esa niña de seis años. Un hermoso talento para la alegría.

En Austria y en cualquier lado.

2 comentarios:

  1. Maravillosa semblanza de un viaje por el antiguo Imperio Austro-húngaro.

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  2. Muchas gracias, Luciano. La verdad es que fue un viaje de largos años, de esos libros que compartía con amigas, a la Viena real.

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