Negrita. Palabra
mágica de mi infancia y adolescencia, pues fue para mí una auténtica hada
madrina. Mujer fuerte, independiente y hermosa, tres virtudes que una
adolescente admira sin reparos.
Negrita se llamaba
Lilia Haydée, dos nombres de poesía. Lilia, la flor etérea y Haydée, aquel personaje
de Byron y musa ficcional de mil poetas. Pero Negrita tenía los pies firmes
sobre la tierra, una característica muy suya y que se percibía en sus opiniones
y en su voz grave, y al mismo tiempo, alegre y positiva.
La Negra, como se
presentaba a si misma al llamarme por teléfono, era una de las pocas personas de
actitud positiva que conocí en mi vida y esto sin negaciones de la realidad, ni
discursos sobre la actitud positiva. Negrita opinaba sin sermones y sin darse
cuenta, te llevaba al lado luminoso.
Pintaba sin
llamarse pintora; tocaba el piano sin llamarse pianista.
Guardaba entre
libros de Cortázar libros técnicos sobre física y biología, dos disciplinas a
las que era aficionada.
Su elegancia
entre natural y buscada se integraba a ella perfectamente.
Era mi madrina y
la amiga de mi madre. Una mujer amada, y presente.
Le estoy
encontrando un papel en mi reciente relato sobre las Hadas. Quiero Hadas diferentes,
fuertes, independientes y con los pies firmes en la tierra.
El 4 de abril era
su cumpleaños. El 4 de abril, hace apenas tres días, nos dejó.
Hermoso lo que escribiste. Quiero leer ese relato de las hadas cuando lo tengas. Te mando un beso grande.
ResponderEliminarGonzalo
Querido Gonzalo: Quería retratarla como la mujer bella e independiente que siempre fue para mí. De chica la miraba con admiración, como a mi madre, dos ejemplos de mujeres. No dudo en decir acá que me protegió en su casa en un momento de mi vida muy difícil.Vas a ser el primero en leer mi historia de hadas cuando esté escrita. Es una novela juvenil y tengo un 70% redactado.Me emocionó mucho tu presencia en este espacio.Un beso grande!
EliminarMuy lindas palabras. Era mi tía abuela, también muy presente para mi. Una perdida enorme, espero que esté mejor donde quiera que esté. Saludos y fuerzas.
ResponderEliminarGracias por tus palabras. Es una gran pérdida, pero a pesar del dolor, muchas veces sonrío recordando los buenos momentos con ella.un abrazo, fuerzas.
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