POEMA DEL CIELO Y EL INFIERNO
Oye lo que dice la
noche
Que es más vieja que
el hombre
Y que ha enterrado a
todos los amores
Que se sirvieron de
ella
Dos piedras a la
cabeza
Y una a los pies
Son toda la tumba de
Arturo
Bajo las aguas. Esto
nadie lo sabe
La reina Ginebra
murió en el convento
Adonde no fue Ofelia
Ella prefirió las
aguas del lago
Juntos yacen ella y
Arturo
Lejos, la tierra
cubre a Ginebra y a Lancelot
Aquiles fue en verdad
un cobarde en su fuerza
Helena de Troya fue
la legítima mujer
Del único que peleó y
murió por ella
Que se llamó Héctor
el troyano
Todos los fuegos
queman las manos de Tristán
Y Abelardo sigue
amando el cuerpo de Eloísa
Paolo y Francesca son
esposos en el Cielo
Amados por Dios
Isolda es como
Ginebra
Las dos son esposas
del hombre equivocado
Ahora se calla la
noche. Yo seguiré contando
Yo escribí la
historia
Nadie puede sellar
mis labios
Juan el fiel es el
esposo
De la Princesa de Oro
Ulises trenza coronas
Con el cabello de
Nausícaa
Galahad se ahogó en
el océano
Ya cuenta mi poema
Tres felices
matrimonios
Y tres amantes
ahogados. Prosigamos
El dragón venció a
San Jorge
Y San Jorge es el
nombre del dragón
San Agustín murió
pecando
Las siete colinas
están cubiertas de sangre
Y a la sombra de seis
mil cruces
Hay un solo Cadalso
Un perro negro se
despedaza a sí mismo
Eternamente
A eso lo llaman
El Bien y el Mal
Todos los hombres
buenos
Vieron alguna vez el
fantasma de su padre
Todas las flores
amadas por ellos
Mueren ahogadas
Todos los caballeros
No aman mas que a su
espada
Hace mucho hubo un
poema
“todos los hombres
matan lo que aman”
Y no todos mueren por
ello
Oigan como ladra el
perro negro
Mi verso es como una
espada
En su punta hay un
veneno amargo
Que inventó para mí
mi madre Morgana
De noche todo se sabe
De día soy solo una
pobre mujer
De noche yo escribo
la historia
De noche escribo
“El amor es locura”
De día estoy
doblemente loca
Prosigamos. La noche
es corta y la historia larga
Galahad llevó a sus
labios la santa copa
De ella bebió el
veneno mortal
Que lo llevó a lo profundo
del mar
Su barca arrastraba
un cisne
Ese cisne blanco era
la Dama del Lago
Ese día que se llevó
a Galahad
El perro negro se
mordió y aulló mas que nunca
El Norte y el Sur
Son la cabeza y la
cola del perro negro
Cuando venza uno
Morirán los dos
Eso es el Apocalipsis
La última batalla
El primero que vea la
Meca
Matará a su hermano
que venga después
Pero ninguno sabe
Que ninguna tierra es
santa
El Cielo es un poema
creado
Y quemado en
Alejandría
Si me dan tiempo lo
escribiré
Lo acabaré donde la noche
termina
El Infierno es un
poema creado
Y quemado en
Alejandría
A ese ya lo he
escrito
La poesía es locura
Y yo estoy loca
rematada
Jamás oí aullar tan
tristemente
A un pobre perro
Me recuerda a un
hermano filósofo
Que encontrando una
falla en su teoría
Se desgarró a sí
mismo y se mató
Él era muy joven
Pero es que la
juventud es algo muy viejo
La juventud es la
locura
Y yo estoy loca y amo
Pero prosigo
Para algunos, el
perro sigue aullando
Para ellos hay
esperanza
Aunque sean malos
Todavía pueden ser
buenos
Pero para otros
El perro ha muerto
Para ellos no hay
salvación posible
En verdad el perro
agoniza
Escribo un poema que
se llama Cielo
Ayer escribí un poema
que se llama Infierno
Los dos me queman las
manos
Son iguales sus
estrofas
Igual el número de
sus versos
En los dos se nombra
a Francesca
Pero en uno ella se
quema
Y en el otro es feliz
En los dos se nombra
a Nausícaa
Pero en uno ella
queda sola
Y en el otro no
Es que el Infierno es
el único poema
Que laboriosamente
escribieron todos los poetas
Hasta mí. Los hombres
odiaron a Francesca
Y mataron a Lancelot
Y violaron las justas
razones de Helena
Y admiran la fuerza
de Aquiles
Mas que el valor de
Héctor
Los hombres dieron a
Ginebra como esposa
Al único hombre que
era incapaz de amarla
Son las cosas que
ocurren en el Infierno
El infierno creó el
Océano
Que me separa del
único hombre
Al que daré este
poema para que lo queme
Que es lo mismo que
ofrecerle toda Troya
Para que arda
nuevamente
Es que el amor es la
locura
Y yo estoy loca
rematada
El cielo es una
locura
Que suponen los
hombres
Sin atreverse a
vivirla
Pero es que el valor
es la locura
Y la poesía es la
locura
Y la guerra es la
locura
Y el Cielo es la
única de todas las locuras
Que vale la pena amar
Porque una mujer que
no es capaz de amar
A un hombre que hiere
con sus ojos
De izquierda a
derecha su rostro
No merece llamarse
mujer
Y un hombre que no
sabe morir
Por Helena de Troya
O prefiere el fuego
de su hogar
A las lejanas playas
de Nausícaa
No merece llamarse
hombre
Y solamente una mujer
tiene en sus manos el Paraíso
Y nadie más que una
mujer
Puede escribir el
Cielo
.1997-Paula Ruggeri