EL
DIABLO ENAMORADO
“Que sean tan valientes y sufridos como Venus”
La Ilíada, canto XXI
Cuando arda Babilonia
Hasta las últimas
cenizas
Yo estaré de pie
Esperando
Tú bajarás de tu
ciudad
Me mirarás, desnuda y
sangrante
Vencida y triunfante
Y te unirás a mí
Arderán las últimas
estrellas
Morirán las últimas
aves
Toda tu creación
destruida
Por destruirme a mí
A tanto puede llegar
el odio de un dios
Que es demasiado
hombre
Para no odiar a una
mujer
Y al fin yo amo y él
odia
Y al fin yo creo y él
destruye
Y al fin ambos
lloraremos
De pie sobre las
cenizas de Babilonia
Morirán las últimas
estrellas
Nacerá el último
hombre
Para después morir
Como todos, en mis
brazos
Caerá una última
tormenta
Que apagará el último
fuego
Y yo estaré de pie
Moriré por vez última
Esta vez será para
siempre
Porque al fin volveré
al Padre
Diciendo: yo soy tu
Hija
Tómame
Y moriré
Porque yo soy tu
sangre
Pruébame
Como aquella vez
Arderá Babilonia
Hasta las últimas
cenizas
Y yo estaré de pie
Esperando
Porque yo soy tu
sangre
Tómame
No puede arder el
agua
Pues hija el fuego
Pero cuando arde
Babilonia
Los padres devoran a
sus hijas
Pues tienen miedo
He tenido tantos
nombres
Pero al fin tengo un
solo padre
De pie espero el
cisne blanco
Que me llevará hasta
ti
Habrá una isla adonde
me conducirá un blanco toro
Por los viejos
tiempos, la llamaremos Europa
Vendrás a mí como
lluvia de oro
Como antes, cuando
éramos jóvenes
Y te diré
“Yo soy tu sangre”
Y te diré
“Coge esta fruta”
Y te diré
“Corta este árbol”
Y renacerá el Paraíso
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