era un hombre pequeño, pequeñísimo...Cómo suele pasar, la Vida le regalò un cuchillo, afilado, y grande...
No quise encontrarlo, él me encontró a mì...
El duelo fue desigual, el tenía un cuchillo, y yo sólo un corazón...
Pasaron los años, y escribí cientos de versos, duros y difíciles, narrando ese encuentro...
Eran tan terribles, que quiénes los leían, creían que yo habìa inventado la Historia..
Hasta que una tarde me sorprendió esta cuarteta...
Y hoy la ofrezco, como retrato fiel de tantas almas pequeñas armadas con grandes cuchillas..
Haces del egoísmo un culto
Del crimen una pasión
De la mentira una razòn
Y del amor un insulto
"Dahlmann empuña con firmeza el cuchillo, que acaso no sabrá manejar, y sale a la llanura."
ResponderEliminarEl Sur. Jorge L. Borges