No traigan a Cristo a mi casa
No quiero sus opacas vestiduras
Ni su carne magra, ni su palabra
dura
No quiero sus manos sangrantes de
heridas
Por que tú, Tú
Tú sabes
Tú entrarás como lluvia de oro
Tú vendrás como blanco toro
Porque nunca te llamaste Cristo
Y porque siempre me llamaré Europa
La Rosa Encarnada...poemario encendido!
ResponderEliminar