sábado, 20 de julio de 2013

SOY TROYANA



Caerás una noche, voluble y errante
Marinero en tierra, yo no soy tu amante
Yo soy una Furia que viene a visitarte
Yo tengo una espada a la que nada puede
La que de ti pende. Yo llevo una daga
Yo llevo una lanza de punta envenenada
Yo llevo palabras que son cuchilladas
Yo llevo el aliento cuyo aroma desprende
El llanto del cielo que un infierno promete
Yo llevo una espada de nervios hirientes
Palabras que te abren, te desnudan
Te despojan de tu armadura
Yo te invito a entrar en el terreno
Donde la lucha se libra con mayor denuedo
¡qué podrán tus manos, por fuertes que sean!
¡qué podrá en mi boca tu viril inteligencia!
Tú eres hombre, tu poder
Es fuerza vana
Yo, mujer, tengo palabras

Yo soy troyana.

Ayer lloré en los muros
De mi ciudad derribada

Cadenas de esclava en mis pies llagados
Sombría y muda me ataste a tu carro

En tu tienda sollocé desnuda
Para vencerme no usaste armadura

Hoy yo te he vencido
Escribo los versos que son tu castigo

Caerás una noche, voluble y errante
Te matarán mis labios como ayer me mataste
La estrella que te lleva te traerá mañana
Y aunque huyas, tu pecho llevará mi espada

Caerás en mis brazos, serás prisionero
De la eterna rosa que es tu eterno sueño

5 comentarios:

  1. Hola, querida Paula.
    Tu poema me ha gustado muchísimo.
    Simple y llanamente, muchísimo.

    No todas las troyanas actuaron como Casandra.

    Un abrazo.

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  2. No todas las troyanas hicieron como Casandra.

    Esta troyana que nos presentas oculta la daga entre las piernas y el odio tras las pestañas.

    Hermoso poema, pequeño homenaje a todas las mujeres y niñas que, desde tiempos inmemoriales, sufren la brutalidad del lobo.

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  3. No sabés lo bien que me hacen tus palabras. Me has hecho un bien con tus dos comentarios y te envío un abrazo.....Antonio ...

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  4. Los hombres podemos ser Aquiles de Peleo, ensoberbecidos por nuestras espadas. O Hector, hijo de Príamo, que la desenvainó por honor. Pero pocas veces podremos alcanzar la estatura de Tu Troyana.
    Bellísimo poema, imágenes que ensueñan como el más dulce de los vinos! Celebro!

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  5. Los hombres podemos ser Aquiles de Peleo, ensoberbecidos por nuestras espadas. O Hector, hijo de Príamo, que la desenvainó por honor. Pero pocas veces podremos alcanzar la estatura de Tu Troyana.
    Bellísimo poema, imágenes que ensueñan como el más dulce de los vinos! Celebro!

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