domingo, 28 de marzo de 2010

Que noche te guarde

Rendido y violento y suave y mío
Yo soy copa en que viertes dulce vino

Alma viajera en barco sin velas
Capitán extraño que en tal mar navegas

Tu sueño viaja entre estelas eternas
Que noche te guarde y día te beba

Rocen ya tus labios altares divinos
Bébase la noche tu lento suspiro

Como yo lo bebo.
Derramas la vida cual si fuera fuego

Dulce que es el hombre
Como yo lo sueño

Navegando fuerte por el río abierto
Torrente de rosas , de rosas sin dueño

Hombre derramado, derramada savia
Duérmete en la luna de más blanda agua

Derramado fuego, guerra derramada
El más dulce beso que nunca diera espada

Tormenta embriagada en un mar tibio
Y en mí te llueves en oro y en limo

Como yo te lluevo
Bendito mi vientre que cobija tu sueño

4 comentarios:

  1. ¡Que noche! ¡Dios te guarde!
    Recítaselo a tu hombre antes o después. Nunca durante.

    Poema delicioso, estrofa por estrofa.
    Si has querido transmitir pasión, has superado el objetivo.

    Te mando un beso, casi con temor.

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  2. Me hizo acordar de Miguel Hernández, quien me hace acordar de mi padre.

    Cuanto talento, Ruyeri.

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  3. Gracias Cristián y Agustín!
    Mara: creo que leí a Hernandez en tu casa y tambien recuerdo los tomos de García Lorca en tu cuarto, y sus lomos rojos.

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