Algunas (pocas), de sus caras las conozco. Otras para mi son navegantes silenciosos, con los que comparto retazos hechos de palabras, maderos flotantes de poesía: ustedes son naúfragos del mismo barco que yo.
A veces me equivoco.
A veces pongo un cuento demasiado largo.
A veces pongo un poema demasiado corto.
Simplemente sepan que todo mi salario por este trabajo es la satisfacción del trabajo bien hecho.
La mujer que escribe es la de los retratos. No se porqué, el blog no es el mismo sin esas fotos que renuevo cada tanto. Tal vez las poetas son un poco mujeres y un poco sirénidas y eso lo explica.
Disfruto de ver la estadísticas del blog, como de un maestro que aprueba con la mirada.
Disfruto aún más el feedback, (gracias Carlos Ferro, gracias Hugo Celati).
Hoy estoy acá para agradecer.
No importa lo que escriba, ustedes me visitan.
Y eso es invalorable.
El blog de Paula Ruggeri. Contacto: paula.ruggeri743@gmail.com
jueves, 26 de noviembre de 2015
martes, 24 de noviembre de 2015
CHANG Y CHING o la verdadera historia de la llama olímpica
Hace unos
años, la accidentada travesía de la antorcha olímpica, que viajó por el mundo
con rumbo a Beijing, mantuvo entretenidos a televidentes sin nada mejor que
hacer, pero sobre todo permitió a esa maravillosa degeneración del periodismo,
los monologuistas -que–hablan-sin -respirar, producidos por los canales de 24
horas, usar sus metáforas y circunloquios más floridos. Mientras vimos la
noticia comprobadísima de que en París los manifestantes a favor de los tibetanos estuvieron tan cerca
de apagar la llama que para que no lo hicieran sus guardianes la apagaron, en
un absurdo notorio y delicioso, a su paso por San Francisco nos informaron la
muy creíble, aunque no comprobada, versión de que la llama que vimos y que se
intentaba apagar no era la verdadera, sino que la auténtica llama olímpica
viajaba, segura, en un barco que rodeaba las costas del mundo, silencioso,
portador del símbolo.
Bien. Todo esto me intrigó mucho.
Hace tiempo estudié el chino y tengo un amigo en el Servicio Secreto que el
otro día, cuando lo llamé para preguntarle por sus juanetes recién operados, me
contó la verdad de la cosa. Claro, esa infidencia en un miembro conspicuo del
servicio secreto chino sólo podía ser producto de un error del anestesista. Yo
creí, sinceramente, que mi amigo sólo tenía un autoservicio y no sospechaba que
sabía tantos secretos de Estado. Pero ahora que lo sé, lo haré público. Les
contare la historia de Chang y Ching, jefe y subjefe, respectivamente, del
Servicio Secreto para Los juegos olímpicos.
Una mañana cualquiera de el albor del
año 2000, en una oscura oficina del Servicio Secreto de la República Popular
China, dos hombres de evidente mal humor, uno de ellos de uniforme militar , el
otro de traje pero con un porte más bien marcial, mantenían un fuerte discusión.
La discusión fue muy larga y por momentos demasiado discursiva, con esa
retórica tan cara a los orientales, para los cuales el tiempo no tiene en
absoluto el valor que tiene en Occidente. Un oriental puede estar dos horas
eligiendo el menú, y nadie protestará, le traerán la comida tres horas después
sin que haga más que enarcar la ceja. La gente en oriente hace cola en el banco
una hora más de lo necesario porque el cajero se llevó un libro al baño...y no
se pasa a otra caja. Una mujer china tarda tres horas en sacarse la ropa y eso
no importa, porque su esposo se demorará cinco horas en dar el asunto por
terminado, cosa que está genial. Eso sí, el embarazo dura nueve meses exactos.
Es que al fin, somos todos humanos.
Bueno, decíamos que discutían en
estos términos.
-No podemos matar a Chang-decía uno
de ellos, mascando furioso un cigarro-No podemos apresarlo. No podemos...
-¡Basta!-gritó su interlocutor. Este
era un chino alto, de mirada nerviosa y voz enérgica. Vestía un uniforme
militar en el que colgaban varias medallas, dándole un poco de peso a su
delgado cuerpo-No quiero volver a escucharte, Tseng Lung Pen. Este profesor
esta destruyendo nuestro prestigio. Tenemos que matarlo.
-¿Prestigio?-Ironizó Liao Chun Kao-
Oye, tenemos el prestigio de comer más soja que nadie y más arroz que nadie.
Sólo podemos aspirar a que en un futuro cercano el dos por ciento de nuestra
población coma asadito los fines de semana y acabaremos con las
vacas.¿Prestigio?-prosiguió, cruel-¿Sabes cuál es nuestro prestigio? Hay un
intelectual italiano que dijo en un diario de Europa que si todos los chinos
nos limpiáramos nuestros amarillos culos con papel higiénico acabaríamos con el
Amazonas en dos meses. Ahí tienes nuestro prestigio.¡ China! ¡Una conejera!
-Oye, Chun
Kao. No lo
permitiré. Malditos intelectuales. Hay que matarlos, oyes, a todos.¿Dijo culos
amarillos? ¿Como se llama?
_-Olvídalo. Tu culo es amarillo y lo
sabes muy bien. No puedes matar a cada persona que dice la verdad. Este enseña
en Bologna, no en Beijing. Y olvida tu chauvinismo tradicional y moderniza tu
orgullo.. Somos el peligro amarillo. Amenazamos con dejar a Europa sin papel
higiénico. Disfrutalo ¿quieres?
-No lo permitiré, te digo. Inventamos
la pólvora. La porcelana. Y este Chang
nos desprestigia en el mundo con sus proclamas infames. Y no podemos apresarlo,
ni torturarlo ni condenarlo a muerte porque pronto, dicen, será candidato al
Nobel. Y lo sabe y sigue diciendo lo que quiere en ese aula inmunda.
Chun Kao se tomó la barbilla. A pesar
de sus chanzas, sabía que no podían estarse de brazos cruzados. Se le ocurrió
una idea.
-Oye, Lun Peng-dijo-Si sólo lo
raptáramos
-Imposible-exclamó Lung Pen. Su
nerviosismo rozaba la desesperación. Esa China era todo para él. Había sido
educado en una escuela militar a latigazos y creía sinceramente que eran un
buen modo de vida. La boca de Chang, el profesor de Estética de la Universidad
de Beijing, estaría limpia si la hubieran lavado con jabón en la infancia, pero
ahora solo había un forma de cerrarla: cosiéndola. En eso creía, él, un militar
chino profundamente idealista, con toda su alma- Imposible- repitió y se
retorció las manos.
-Más paciencia china, sólo eso te
pido. Escucha-forzó su voz , habitualmente chillona, a alcanzar un tono grave y
dijo con calma-Lo raptamos. Lo llevamos a una celda. Lo ponemos a trabajar para
nosotros. A escribir columnas hablando de los positivos cambios de nuestro
régimen. Que se publiquen en Le Monde Diplomatique. ¿entiendes? Nos
conviene y él se desprestigia a la vez. Y mientras ponemos su cerebro estético
a trabajar para nosotros. ¿Ya te olvidaste de los Juegos Olímpicos?
-Chun Kao. Creo que tienes cabeza.
China será sede de los Juegos Olímpicos en el 2008. Esta decidido. Y el cerebro
de Chang nos puede servir.
Así, es-sonrió Chun Kao-Por fin
comprendes.
Bien- Lung Pen se restregó las manos-
Lo arrestaremos. Acabamos con su disidencia y lo ponemos a trabajar para
nosotros.
-Será el Jefe del Servicio Secreto para los Juegos Olímpicos.
Lo encargaremos de todos los detalles del ceremonial y la seguridad de la llama
en su viaje por el mundo. No podrá traicionarnos. La noticia de que trabaja y
cobra sueldo del gobierno lo destruirá. ¿Dicen que es inteligente, no? ¿Con un
coeficiente intelectual igual al de Galileo? Bien. Hagámoslo trabajar a favor
nuestro. Y luego..-sonrió ligeramente-lo que tú quieras
-Encárgate- ordenó Lung Pen con voz
marcial.
Tomó su gorra de visera militar, hizo
la venia y se fue.
Chun Kao quedó solo. Tomó una de las
fotos del escritorio. Chang-murmuró.
Doctor en Filosofía , profesor de Estética, catedrático ejemplar. La rompió en
pedazos, la pisoteó. Miró los pedazos en el suelo, satisfecho. Escupió con
desprecio.
_Ahí tienes-murmuró.
Maldito el día que permitió que su
mujer estudiara en la Universidad. Pero ahora Chang estaba acabado, acabado. Se
fue.
En su sala de la Universidad de
Beijing, el profesor Chang, satisfecho, desgranaba aquellas incómodas
diferencias que en su momento tuvieron Hegel y Shopenhauer. Había cincuenta
alumnos en la clase, en respetuoso silencio. Chang caminaba de una esquina a
otra del aula, deteniéndose a veces a realizar una anotación en la pizarra
verde, movimiento que causaba que las lapiceras de sus alumnos se aceleraran al
unísono
Disfrutaba. Era notorio que la
admiración de los jóvenes era oxígeno para su espectacular ego. Por otra parte,
en la primer fila, tercer asiento a la derecha, una jovencísima alumna cuya
camisa estaba por explotar le sonreía con adoración. La mirada de Chang se
dirigía cada vez con más frecuencia al tercer asiento a derecha. Había contado
la desavenencia de Shopenhauer y Hegel unas quinientas cincuenta veces. La
sonrisa de la alumna se expandía más y más...Chang se distraía. Dos
párrafos más y ya tenía que tirar la
bomba. Siempre había un suspiro extático cuando concluía diciendo que en
realidad los dos grandes cerebros competían por la misma cátedra. Cada vez que
lo decía, ponía un dejo de tristeza realista su
voz, sus ojos rasgados se dirigían al piso con gravedad. La miseria
humana. Eran jóvenes: no tenían la más puta idea de lo que era la miseria humana,
así que era fácil ganarse sus mentes y corazones hablándoles de ella y
escandalizando sus ingenuos corazones con la realidad realista, que él, Chang, conocía muy bien, no
como ellos.
Hegel. Shopenahuer. El tercer botón de la
camisa de la alumna sonriente era sostenido por un tembloroso hilo blanco a
punto de romperse.
_:Por supuesto-dijo Chag mirando su
derecha- las consideraciones matemáticas de Hegel no merecen ser tenidas en
cuenta...-En ese momento el tercer botón saltó, la tiza cayó de las manos de
Chang.
Todo era perfecto en el mundo de
Chang ese día, tan perfecto que no podía sospechar que se avecinaba un hecho
trágico que cambiaría toda su existencia. La tragedia estaba a unos pasos el
aula, pero él lo ignoraba. Por la ventana entraba un aire de primavera. Esa
mañana le habían pasado el importante dato de que era casi con seguridad número
cantado para el Nobel. Las veinteañeras lo amaban. Su sonrisa plácida era la de
un argentino oliendo el asado preparado por otro desde una reposera.
Un chirrido lo distrajo de su
felicidad. Sonrió a su nueva enamorada de senos turgentes y a la vista, como
disculpándose por dejar de mirarla.
Una mujer occidental, rubia, con un
vestido ajustado de color gris y grabador en la mano, solicitó en amable inglés
una entrevista. Ahora la carne ya estaba
dorándose en la parrilla. Sólo tenía que extender el plato de madera. Para
Chang las entrevistas eran agua fresca para el sediento: le permitían
manifestar su disconformidad con el régimen y acrecentar su popularidad, así
que accedió.
Miró por última vez el escote de la
chica de sonrisa comprensiva sin pensar en que se despedía de él para siempre .
Dijo una excusa que sus alumnas aceptaron de inmediato. Un profesor célebre y
mediático tiene la admiración incondicional de sus alumnos. Y alumnas.
Ya estaba fuera del aula. La rubia
sonreía y caminaba veloz por el pasillo.
¿Adónde vamos?.-preguntó Chang, un
poco molesto. Pero la periodista caminaba tan rápido delante de él que podía
apreciar la panorámica. Mirar era parte de su metier, como profesor de Estética. La anatomía femenina era su
especialidad, además del origen de la tragedia en la música.
-Vamos al camión dónde está el
cameraman-dijo la rubia en pésimo chino.
-¿Es para la televisión?-preguntó
Chang esperanzado.¿De qué país?
-Alemania-respondió la chica- El
programa más visto de Alemania-aclaró.
-¿Un programa político?-preguntó
Chang , con la duda en la voz. Era cierto que lo entrevistaban seguido para la
tele, pero para programas de cultura que tenían dos puntos de rating.
_No-dijo ella- es un programa de
juegos.
-Bueno, dijo Chang- El precio de la
fama Una vez lo habían entrevistado de una revista femenina. Antes de su
entrevista había tres páginas con cremas antiarrugas. Después de eso, salió dos
semanas con Naomí Campbell, cosa que no le había disgustado en absoluto, ni
siquiera cuando ella decidió terminar la relación arrojándole un teléfono
inalámbrico por la cabeza. Le dieron siete puntos en la frente, sonriendo
feliz. Después de eso, su siguiente libro vendió dos millones de ejemplares, la segunda edición fue tan oportunamente quemada por las autoridades
chinas, que luego el libro fue traducido a diecisiete idiomas, y en fin, por
eso era candidato al Nobel. O sea, gracias a la revista femenina o a Naomí Campbell,
era el intelectual chino con más reconocimiento en el mundo. Así que un
programa de juegos o uno de cocina, todo venía bien. Era bueno para él, y eso
quería decir malo para el régimen. Y eso era todo lo que importaba.
Caminaron rodeando el perímetro de la
Universidad y se alejaron del ruido por una calle angosta y soleada.
-El camión está allá-dijo la rubia,
lacónica.
Ahora estaban en un callejón. Cercado
por muros altos y grises. Olía húmedo. Olía sucio.
-No veo ningún camión-dijo Chang,
alarmado. La había seguido pensando en Naomí y en su meteórica a carrera y no
habían notado cuánto habían caminado. Por supuesto, sus enemigos conocían todas
sus costumbres y manías y sabían muy bien lo distraído que era. Y su
costumbre de meditar mientras caminaba.
-Es cierto-concedió ella- No hay
camión.
Oyó el chirrido de un auto al frenar.
Saltó involuntariamente. La rubia corrió. De un auto negro bajaron cinco
hombres.
Se le echaron encima. Chang quiso
gritar, pero una cinta pegajosa le fue colocada en la boca. Sus brazos fueron
sujetos y sus piernas inmovilizadas. Vio un hombre portando una jeringa. Creyó
reconocerlo.¿no era el marido de esa chica?¿Cómo se llamaba? Tenía una
expresión feroz. Le levantaron la manga del saco y la camisa. El marido de la
chica cuyo nombre no recordaba le clavó la jeringa en la brazo.
Una cortina negra y pesada cayó sobre
sus ojos y su cuerpo cayó fláccido e inconsciente al piso.
Lo cargaron en el baúl del auto. No
fue nada difícil, él era no era pesado y estaba inconsciente. Fue como cargar
un muñeco de trapo.
Cuatro hombres subieron al auto, en el callejón quedó
el de la jeringa. El marido de esa chica. Sonreía. Arrojó la jeringa y escupió
con desprecio.
Ahora está todo pagado-murmuró Chun
Kao.
La
celda era gris, con paredes mohosas y una minúscula ventana enrejada en una
esquina. Los primeros tiempos Chang berreaba y se quejaba, como castigo, la
única ventana, ese toldito azul, era tapiada. Tres meses después del encierro,
Chang estaba silencioso y dócil como un buen chico. Había terminado la primer
fase de tortura china.
Ahora venía la segunda.
Una mañana lo mudaron a un moderna
celda-oficina, con escritorio, papel y lápiz. Era un avance. Pero había también
un enorme televisor de plasma encendido. Cuando lo dejaron allí, estaban
transmitiendo los festejos del 31 de diciembre del pasado año dos mil.
Aburrido. Pronto Chang descubrió con espanto que no sólo no podía cambiar de
canal: tampoco podía apagarlo ni bajar el volumen. Era una refinada muestra de
la moderna tortura. Mirar y oír era inevitable. El espectáculo de la más
espantosa perversión humana. Toda la maldita humanidad festejando estúpidamente
el fin del milenio un año antes.
Fiesta decadente. La gente creía,
evidentemente, que chocaban los planetas... En el Ártico, una pareja se casaba
en un templo de hielo. En Egipto,
centenares de idiotas disfrazadas de Cleopatra se casaban con otros centenares
de idiotas vestidos de faraones. Festejos en Sidney. Festejos en París. En el
culo del mundo, bailaba Julio Bocca. Todo parecía más o menos organizado, con
mejor o peor gusto. El cerebro estético de Chang se defendía de la tortura
analizando las imágenes con un procedimiento sociológico. Su mente lo refugiaba
y dos meses después, conviviendo día y noche con el televisor encendido, estaba
interesado en nuevos aspectos de las imágenes vistas cientos de veces. ¿Sería
posible realizar una ontología de las diferencias culturales a partir de este
video? No se daba cuenta, pero ese pensamiento que él creía salvador denotaba
los estragos que la refinada tortura causaba a su cerebro.
Sobre todo, lo fascinaban los festejos de Singapur. Si
hubiera podido, hubiera detenido la imagen eternamente en el espectáculo. Era
el más vulgar, escandalosamente estúpido y decadente de cuantos había visto...
En
Singapur, frente a miles de personas, un chino con el pelo fucsia, la mirada
extraviada, los brazos tatuados y una musculosa mugrienta cantaba “Living la
vida loca” causando el delirio y la euforia de una multitud . Ese chino era
Ching.
Sin saberlo, Ching, cantante pop, creyéndose toda su
vida a salvo de cualquier inquietud social y política, él, que nunca había leído
un libro o abierto un diario, ahora estaba en los planes inmediatos de un profesor de estética en prisión, cuya
mente extraviada confiaba su salvación política y la perdición del régimen
totalitario chino en él y su vida loca..
Porque ahora Chang tenía una idea. Y
en esa idea estaba Ching ¿artista pop?
¿ejemplo de decadencia oriental? ¿Adicto en abstinencia de diez minutos
arrojado al escenario?. ¿La prueba
viviente de que nunca debieron cruzarse Oriente y Occidente? A Chang se le
ocurrió que era el secretario ideal. Que podría convencer fácilmente a sus
captores de que Ching era imprescindible para ayudarlo a proteger la llama
olímpica. Pensó (cerebro del mal, inteligencia suprema arrastrada a la venganza
por un cautiverio injusto), pensó que Ching traería el fin de la cultura china.
Que su pelo fucsia causaría la ruina de Oriente.
¿Devariaba? Tal vez. Pero convenció a sus captores.
Así la inteligencia china procedió a la rápida busca y captura del inocente y
por supuesto apolítico Ching.
De modo que un lunes a las siete de la mañana, diez
hombres fuertemente armados irrumpieron en perfecto silencio en el departamento
de Ching en Singapur, y de su colchón con olor a cerveza lo trasladaron en
andas a un camión cerrado, que lo llevó
a un maloliente contenedor en el puerto, el cual subieron a un destartalado
barco, que dejó al contenedor en Beijing. Todo ese trayecto lo realizó Ching (pelo fucsia, calzoncillos del demonio de Tasmania,
tatuaje de Sailor Moon en el pecho) completamente dormido.
Despertó
en un cuarto blanco después de que le arrojaran diez baldes de agua fría. El
baño lo llevó a la realidad. Un chino de traje, flaqueado por dos guardias de
corps le recitó una letanía de una hora de la que el pobre Ching apenas
entendió que era consagrado por la República Popular China a la noble causa de
resguardar la llama olímpica y que toda traición a ese propósito sería
castigada con la muerte. Y así lo llevaron frente a Chang, su jefe, que ahora
lo contempla satisfecho. Un tatuaje de Sailor Moon era más de lo que esperaba.
China y su régimen estaban acabados. Eso creía Chang
La convivencia de dos seres tan disímiles fue ardua y
por momentos , violenta. En los planes de Chang, Ching era sólo una bomba de
tiempo cultural, capaz de llevar todo el régimen a una decadente vida loca, de
sumergir horas a los dictadores en la peluquería, de vestir a toda China en
ojotas flúo, terminando con ella.
Mientras que para Ching, que ignoraba todo esto, el
ocio intelectual en que Chang había descansado años en la celda, sin idear
ninguna estrategia para preservar la llama olíimpica, era exasperante.
Llevaba años
discutiendo, la llama estaba por partir en su viaje alrededor del mundo, y nada.
Chang no había hecho nada.
Gritaba. Cosas incomprensibles. Eso sí. Todo el
tiempo.
-Traerás el fin de este país inmundo- vociferaba
Chang-Tu, Christina Aguilera y Ricky Martin. Tú, con tus ojotas y tu pelo
fucsia. Acabarás con este totalitarismo, y es más. Acabarás con una cultura
milenaria. Tú- gritó salvajemente-Tú causarás la explosión final del curso
histórico que acabará con toda esta cultura para siempre y volveremos a la vida
en pequeñas comunidades como quería Bertrand Russell, sin capitalismo, sin
comunismo, sin Living la vida loca...
-Chang-el rostro de Ching expresaba el infinito
cansancio de quien tiene que convivir todos los días con un chiflado-Basta.
Tienes que trabajar. Si llegan a apagar la llama olímpica, zasss-hizo el gesto
de cercenar el cuello-Estamos acabados. Tú en traje y yo en ojotas. Muertos.¿Lo
entiendes? Tienes que hacer ¿comprendes el chino?
-Hacer-gruñó Chang- Siempre la praxis. ¿Y la
meditación? ¿La teoría? Debo leer. Vete. Tu pelo fucsia me distrae de este
libro de Benjamin
-¿Benjamin? ¿Faltan dos días para que la antorcha
olímpica empiece su travesía y tu leyendo a Benjamin? Yo era feliz ¿entiendes?
Tomaba, me drogaba, cada tanto hacía shows. Una tarde me desperté y había tres
chicas desnudas durmiendo en el piso de mi
cuarto.¿Te imaginás? Espectaculares. Con unas... Como nunca viste. Yo
sólo leía en la peluquería, cuando iba a ver a mi colorista. Y ahora, por culpa
tuya, sé quién es Walter Benjamin. Y te digo más: lo leí. Y te digo más: no me
sirvió para nada.¡Libros!¡Siempre libros!¡Nunca trabajo! ¡Ya me tienes harto,
Chang!
-Eres un vil producto posmoderno-dijo Chang con calma-
Leíste a Benjamin.¿Pero lo entendiste?
-Llevé el libro a la peluquería como me recomendaste y
mientras me hacían la iluminación leí un poco, pero el peluquero me hablaba.
Ahora olvida a Benjamin y dime ¿qué hacemos con los cientos de activistas que
preparan las mangueras y las bombitas de agua para el paso de la llama
olímpica? No te olvides: dos días y ...zaas-señaló su cuello.
_ Púdrete. Eres feo, no tienes tetas y tuve que
aguantarte años. La muerte será un consuelo para mí. Extraño la Universidad, mi
Wagner, mi pipa de espuma de mar, mis alumnas de veinte años. Deseo volver a
casa donde tengo libros en griego, en lugar de una sola edición berreta china
de un libro de Benjamin que leí cincuenta veces y que traduje yo mismo. El
arte en la era de la reproductividad técnica. Reproductividad técnica...
repro...re...
-¿Qué pasó?¿te volviste tarado?-dijo Ching.
-No-Reproducción técnica. Benjamin. ¡Lo tengo!-exclamó-¡Llama
al comando y diles que tengo instrucciones!
-¿No querrás llamarlos de nuevo para pedir pizza,
no?-dijo Ching temeroso-Tengo una salida al dia. Yo te la traigo.
_No, tonto. Deja, que los llamaré yo.¿Eres mi
secretario o qué? Toma nota.
“Deben hacerse dieciséis antorchas idénticas en todo,
indiferenciables por tanto, en esencia,
la misma. Quince harán la travesía, cada una con su correspondiente guardia
munida de fósforos. Sólo una de ellas, el molde primigenio, quedará en Beijing,
apagada, con una caja de fósforos al lado. Todas valen lo mismo, todas son arte
reproducido gracias a la técnica. Todas llevaran la llama olímpica, menos la
que permanecerá en todo momento en Beijing. Pueden lograr apagar una, dos, pero
no quince. ¿ves? La antorcha de Beijing será oportunamente encendida con la
llama transportada por las otras.
-¿Y si apagan las quince?-preguntó Ching.
-Y si apagan las quince se usarán los fósforos-explicó
práctico- ¿Has escrito todo?
-Sí- Ching se dejó hacer al piso con la libreta en la
mano-¿Somos libres, acaso?
-Así es. Somos libres-Yo daré clase y tú cantarás Living
la vida loca. Pero canta aquí, en Beijing..China necesita gente como tú.
-¡Por fin dices una palabra amable!
Chang sonrió. Luego se sentó, aún sonriendo abrió el
libro de Benjamin y se sumió en la lectura.
Y sí fue. Eran dieciséis las antorchas olímpicas.
Cuando una fue apagada en París para que no la apagaran, lo hicieron con la
tranquilidad de que gracias a la técnica había quince antorchas más.
-¿Y que fue de Chang y de su fiel secretario?- pregunté
a mi amigo.
-Tal vez Chun Kao haya muerto mientras estaban presos
y hayan logrado ser libres. Tal vez Chang haya viajado a Argentina y hay puesto
un supermercado. Y sobre esto ¿leiste a Benjamin?
Y me tuve que conformar con esa respuesta.
viernes, 13 de noviembre de 2015
Duerme, Matteo
Duerme Matteo, duerme
Hay un lago donde se refleja tu rostro
Por que la Ondina quiere besarlo
Pero tú duerme, Matteo, duerme
Hay un enano en una cueva
La cueva está llena de oro
Pero en un cofre guardado con siete llaves
Está tu nombre escrito por los gnomos
Pero Duerme, Matteo, Duerme
Te llama en suspiros la Luna
Tú
Duerme, Matteo, Duerme
Te llama el bosque susurrante
Tú Duerme, Matteo, Duerme
Helena de Troya toca tu hombro en la cama
Tú Duerme, Matteo, Duerme
Dios golpea la ventana con los nudillos...
Tú Duerme, Matteo, Duerme
Si Duerme Matteo, duerme el gnomo, la ondina,
el
bosque y el Universo todo.
Déjalos dormir...
miércoles, 28 de octubre de 2015
La Rosa
Pálida osadía de la rosa abierta
Herida sin muerte
Por tan dulce Flecha
Que vierte tan buena
Tan dulce violencia
Herida sin muerte
Por tan dulce Flecha
Que vierte tan buena
Tan dulce violencia
viernes, 16 de octubre de 2015
Para una historia de mi Jardín de las delicias
Es mi primer novela, no la única. Su desarrollo tuvo varios años de idas y vueltas, su escritura, cuatro meses, cuatro de los meses más felices de mi vida....Fue por añorarlos que escribí mi segunda novela, Rebeca: cada tarde sentada frente a una máquina pequeña de teclado negro que significaba colores multiplicados, besos hasta el infinito y muertes terribles y muertes serenas....Vidas únicas que podían vestirse de todas las vestiduras y pronunciar las frases que quisieran, de la mano de ésta nueva versión del Mago de Oz con Zapatos Rojos que era yo.
No quiero hablar yo sobre mi Ulises, al que llevé a viajar por un jardín un tanto especial, tomado de cuadros, de melodías....de hadas blancas y oscuras...Dejaré que hablen mis críticos:
" El viaje de un moderno y al mismo tiempo antiguo Ulises a través de situaciones y personajes sacados del mundo literario y sumergidos en un contexto actual, se convierte en el viaje de todos los hombres que sienten el peso de su propio destino, llegados el momento de reflexionar sobre la vida y la muerte"
Molto grazie, mi anónima y querida voz italiana que plasmó éstas palabras sobre mi libro para una agente literaria turinesa. Es una novela muy italiana y de hecho en su presentación habló el actor bolognés Matteo Belli, junto con mi gran amigo el humorista Rudy....
Vale la honesta y agradable crítica de Carlos Ferro para Axxón. Notó con gran inteligencia mi mayor dilema como novelista: el discurso del personaje de Circe. ..."nos cuesta" acota, y sí, el personaje requería eso, no así todos los lectores....
Me divirtió meter a mi madre en el mismo vagón de subte o metro que Ulises y adoré cuando mi madrina Lidia, la "Negra", me dijo que no dejó el libro hasta que lo terminó.
Por supuesto, como toda joven (tenía 35 años) escritora en el sorteo del Destino de la Joven Novelista Mujer, me tocó la crítica de un español, muy español, real académico, el cuál pronunció de cara al Porvenir: "Deja de escribir mariconadas con referencias literarias".
Dicho por Arturo Pérez Reverte. Pero no es más que un fenómeno recurrente en la carrera de la novelista mujer, el Juicio Final del Gran Escritor, que sin saberlo, está marcando que estás lista para mucho más que un Comienzo..
No quiero hablar yo sobre mi Ulises, al que llevé a viajar por un jardín un tanto especial, tomado de cuadros, de melodías....de hadas blancas y oscuras...Dejaré que hablen mis críticos:
" El viaje de un moderno y al mismo tiempo antiguo Ulises a través de situaciones y personajes sacados del mundo literario y sumergidos en un contexto actual, se convierte en el viaje de todos los hombres que sienten el peso de su propio destino, llegados el momento de reflexionar sobre la vida y la muerte"
Molto grazie, mi anónima y querida voz italiana que plasmó éstas palabras sobre mi libro para una agente literaria turinesa. Es una novela muy italiana y de hecho en su presentación habló el actor bolognés Matteo Belli, junto con mi gran amigo el humorista Rudy....
Vale la honesta y agradable crítica de Carlos Ferro para Axxón. Notó con gran inteligencia mi mayor dilema como novelista: el discurso del personaje de Circe. ..."nos cuesta" acota, y sí, el personaje requería eso, no así todos los lectores....
Me divirtió meter a mi madre en el mismo vagón de subte o metro que Ulises y adoré cuando mi madrina Lidia, la "Negra", me dijo que no dejó el libro hasta que lo terminó.
Por supuesto, como toda joven (tenía 35 años) escritora en el sorteo del Destino de la Joven Novelista Mujer, me tocó la crítica de un español, muy español, real académico, el cuál pronunció de cara al Porvenir: "Deja de escribir mariconadas con referencias literarias".
Dicho por Arturo Pérez Reverte. Pero no es más que un fenómeno recurrente en la carrera de la novelista mujer, el Juicio Final del Gran Escritor, que sin saberlo, está marcando que estás lista para mucho más que un Comienzo..
domingo, 11 de octubre de 2015
Un estudio científico del llamado Langa
El langa no es una especie animal pero casi. La etimología de la palabra lunfarda se obtiene invirtiendo el orden de las sílabas, de lo que resulta la palabra castellana Galán.
Alguna vez escribí un bestiario, y tuve que investigar los orígenes de bestias como el unicornio, el hipogrifo o la Medusa. Esto me confiere cierta autoridad para abocarme al estudio fisonómico-arquetípico -biológico de este homo reconocido por todas las mujeres, al que llamamos un tanto peyorativamente, langa.
En su origen el término langa se acuñó porque a esta clase de galán argentino el exito de su seducción no le interesa, por eso nunca lo obtiene. El langa es un homo que le da más importancia a su corte de pelo, primordialmente. La mujer que atrapada en las redes de la poco conveniente cortesía se ve obligada a ser oyente de la pantomina del langa y su ejercicio teatral de la seducción, es para el langa, como el vidrio del subte o el espejo ocasional donde se pasa el peine extraído del bolsillo del vaquero, hacia un lado y hacia el otro, con artística atención.
El langa de hoy ostenta un peinado leonino, inflado y un poco largo, idéntico al de los actores de telenovelas de los años setenta. El pelo es de vital importancia en un langa: si no percibimos una dedicación inusual al pelo, tal vez ese homo no sea un langa y usted debe plantearse que está intentando seducirla de verdad.
Si la edad del langa está entre los 45 y 55 años, el pelo es ese estilo García Satur (conocido actor de famosa telenovela setentista): esto está emparentado con el origen mismo del langa.De la masa primigenia de un homo infantil que contempló a su madre babear por esa competencia masculina que de tres a cuatro de la tarde se agigantaba en el televisor en blanco y negro opacando al mismímo progenitor de la criatura a los ojos de MAMÄ, se llegó al patológico langa adulto. Si el psiconálisis estudió la histeria femenina, evidentemente se olvidó de nuestro objeto científico, el langa.Lo cual nos permite un estudio mucho más moderno del mismo.Retomaremos este tema.
MODELO DE SITUACIÖN: EL LANGA Y YO.
Nombre : Rubén, Raúl o Ricardo. También Orlando, Gastón, o Raúl Gastón , Rubén Orlando y todas las combinaciones aritméticas posibles con estos nombres.El langa es prácticamnete una proyección de sus progenitores hecha realidad. En la primer ecografía dónde se puede ver que es varoncito, el obstetra no dice: es un Varón. Dice: Felictaciones, señora: va a tener un langa.
Durante el embarazo, la madre setentista escuchaba a Nino Bravo, ahora escucha a Arjona. Vamos a ampliar estas definiciones, de suma importancia en el estudio de esta especie.Nuestras madres se pasan la vida advirtiéndonos sobre el Peligro Langa. Los consideran peligrosos, verdaderos Condes Dráculas para nuestra femineidad inocente. Esto es parte del desconocimiento social de la verdadera naturaleza del Langa.El Langa no quiere relaciones con nosotras: para eso está su legítima esposa. Para el Langa, somos el espejo donde se mira el jopo mientras practica las distintas variantes del Verso Novelero con voz de barítono.
En cierta ocasión, mientras escuchaba a un Langa en el hall de un Teatro , una amiga desesperada levantó un cartel escrito con un marcador que decía.NO LE CREAS NADA.! Gracias, querida amiga, el Langa no encierra peligro alguno para mi honradez. Este cumplía las condiciones estudiadas: Pelo largo y leonino, Campera de cuero, cartera de cuerina bajo el brazo y se llamaba Rubén. Su soliliquio pseudoseductor en voz grave de locutor era interrumpido cada diez minutos: su hijito de diez años le reclamaba una hamburguesa. El langa abandonaba en dos segundos su postura novelera para decir fastidiado y con voz agria. Andá allá con tu madre.
Y ahí estaba la madre del niño, esposa del Langa, a tres metros, rezongando: Andá con tu padre.
Finalmente, el Langa se va resoplando con el niño y le compra una hamburguesa. Yo tomo nota de todo y tomo un par de fotos del individuo, para ilustrar mi estudio sobre el particular, que pronto verán, si están suscritos, en la prestigiosa revista Nature
Alguna vez escribí un bestiario, y tuve que investigar los orígenes de bestias como el unicornio, el hipogrifo o la Medusa. Esto me confiere cierta autoridad para abocarme al estudio fisonómico-arquetípico -biológico de este homo reconocido por todas las mujeres, al que llamamos un tanto peyorativamente, langa.
En su origen el término langa se acuñó porque a esta clase de galán argentino el exito de su seducción no le interesa, por eso nunca lo obtiene. El langa es un homo que le da más importancia a su corte de pelo, primordialmente. La mujer que atrapada en las redes de la poco conveniente cortesía se ve obligada a ser oyente de la pantomina del langa y su ejercicio teatral de la seducción, es para el langa, como el vidrio del subte o el espejo ocasional donde se pasa el peine extraído del bolsillo del vaquero, hacia un lado y hacia el otro, con artística atención.
El langa de hoy ostenta un peinado leonino, inflado y un poco largo, idéntico al de los actores de telenovelas de los años setenta. El pelo es de vital importancia en un langa: si no percibimos una dedicación inusual al pelo, tal vez ese homo no sea un langa y usted debe plantearse que está intentando seducirla de verdad.
Si la edad del langa está entre los 45 y 55 años, el pelo es ese estilo García Satur (conocido actor de famosa telenovela setentista): esto está emparentado con el origen mismo del langa.De la masa primigenia de un homo infantil que contempló a su madre babear por esa competencia masculina que de tres a cuatro de la tarde se agigantaba en el televisor en blanco y negro opacando al mismímo progenitor de la criatura a los ojos de MAMÄ, se llegó al patológico langa adulto. Si el psiconálisis estudió la histeria femenina, evidentemente se olvidó de nuestro objeto científico, el langa.Lo cual nos permite un estudio mucho más moderno del mismo.Retomaremos este tema.
MODELO DE SITUACIÖN: EL LANGA Y YO.
Nombre : Rubén, Raúl o Ricardo. También Orlando, Gastón, o Raúl Gastón , Rubén Orlando y todas las combinaciones aritméticas posibles con estos nombres.El langa es prácticamnete una proyección de sus progenitores hecha realidad. En la primer ecografía dónde se puede ver que es varoncito, el obstetra no dice: es un Varón. Dice: Felictaciones, señora: va a tener un langa.
Durante el embarazo, la madre setentista escuchaba a Nino Bravo, ahora escucha a Arjona. Vamos a ampliar estas definiciones, de suma importancia en el estudio de esta especie.Nuestras madres se pasan la vida advirtiéndonos sobre el Peligro Langa. Los consideran peligrosos, verdaderos Condes Dráculas para nuestra femineidad inocente. Esto es parte del desconocimiento social de la verdadera naturaleza del Langa.El Langa no quiere relaciones con nosotras: para eso está su legítima esposa. Para el Langa, somos el espejo donde se mira el jopo mientras practica las distintas variantes del Verso Novelero con voz de barítono.
En cierta ocasión, mientras escuchaba a un Langa en el hall de un Teatro , una amiga desesperada levantó un cartel escrito con un marcador que decía.NO LE CREAS NADA.! Gracias, querida amiga, el Langa no encierra peligro alguno para mi honradez. Este cumplía las condiciones estudiadas: Pelo largo y leonino, Campera de cuero, cartera de cuerina bajo el brazo y se llamaba Rubén. Su soliliquio pseudoseductor en voz grave de locutor era interrumpido cada diez minutos: su hijito de diez años le reclamaba una hamburguesa. El langa abandonaba en dos segundos su postura novelera para decir fastidiado y con voz agria. Andá allá con tu madre.
Y ahí estaba la madre del niño, esposa del Langa, a tres metros, rezongando: Andá con tu padre.
Finalmente, el Langa se va resoplando con el niño y le compra una hamburguesa. Yo tomo nota de todo y tomo un par de fotos del individuo, para ilustrar mi estudio sobre el particular, que pronto verán, si están suscritos, en la prestigiosa revista Nature
miércoles, 23 de septiembre de 2015
Duérmete, Príncipe Iván....
...Que mañana será otro día.....
Y a pesar de sus calamidades y desgracias, el Príncipe de los cuentos se dormía, después de unos suspiros, confiado en las palabras de la Princesita Rana.
No voy a mentirles: me dolió cuando mi hija me dijo que en la época de la que ahora vamos a hablar, ella se dormía diciéndose: Duérmete, príncipe Iván, que mañana será otro día....
Un cuento infantil puede calmar a un niño, pero también amainar una tormenta....hasta el día siguiente.
Año 2001, gobierno o desgobierno de Fernando de La Rúa. No tengo trabajo, o en realidad tengo mucho trabajo. El 9 de diciembre de ese año murió mi padre. Por lo demás, tenía un trabajo: mi trabajo era contar cuentos y eso es muy serio.
Iba a la escuela dónde estudiaban mis hijos, a contar cuentos en el aula de 6 to grado....ese grado tenía la suerte de ser conducido por la seño Adriana, una maestra de avanzada, así que me dejó leer un cuento de 1911, de Jacques Futrelle...."La celda número trece"
Algunos chicos no habían ni desayunado y yo lo sabía. No se calma el hambre con palabras y también lo sabía.
Pero darnos por vencidos es peor que todo eso.
Y lo sabía. Abro el libro, busco el cuento, cuento rarísimo de un autor fallecido en el Titanic, y leo:
"El Doctor Van Dusen- miro a mi audiencia- era conocido como la Máquina Pensante....Era Doctor en Filosofía, Frenología, Medicina, cirujano dental, miembro de la sociedad de ajedrez, en el que era campeón mundial....-miro otra vez a mi audiencia. Ya abrieron mucho los ojos.....
La Máquina Pensante- sigo un tiempo después, apuesta poder escapar de la cárcel más segura del país sólo con polvo dental, los zapatos lustrados y una moneda-
Miró a los niños....En absoluto silencio, apoyan las cabezas en los pupitres y prosigo, sobre todo porque la maestra corrió a atender a una niña desmayada por hambre en el aula de al lado....
¿Lo logra o no?-pregunto y empieza una animada discusión.
De tarea, la maestra los conmina a imaginar como el protagonista escapa, y claro, cada cuaderno tenía una solución imaginativa, pormenorizada, perfecta...Con o sin cena, la tarea la hicieron todos.
Esos tiempos son pasado, pero no para todos...
Por eso, Duérmete, Príncipe Iván, si lo necesitas, acá está la Princesita Rana....
Y a pesar de sus calamidades y desgracias, el Príncipe de los cuentos se dormía, después de unos suspiros, confiado en las palabras de la Princesita Rana.
No voy a mentirles: me dolió cuando mi hija me dijo que en la época de la que ahora vamos a hablar, ella se dormía diciéndose: Duérmete, príncipe Iván, que mañana será otro día....
Un cuento infantil puede calmar a un niño, pero también amainar una tormenta....hasta el día siguiente.
Año 2001, gobierno o desgobierno de Fernando de La Rúa. No tengo trabajo, o en realidad tengo mucho trabajo. El 9 de diciembre de ese año murió mi padre. Por lo demás, tenía un trabajo: mi trabajo era contar cuentos y eso es muy serio.
Iba a la escuela dónde estudiaban mis hijos, a contar cuentos en el aula de 6 to grado....ese grado tenía la suerte de ser conducido por la seño Adriana, una maestra de avanzada, así que me dejó leer un cuento de 1911, de Jacques Futrelle...."La celda número trece"
Algunos chicos no habían ni desayunado y yo lo sabía. No se calma el hambre con palabras y también lo sabía.
Pero darnos por vencidos es peor que todo eso.
Y lo sabía. Abro el libro, busco el cuento, cuento rarísimo de un autor fallecido en el Titanic, y leo:
"El Doctor Van Dusen- miro a mi audiencia- era conocido como la Máquina Pensante....Era Doctor en Filosofía, Frenología, Medicina, cirujano dental, miembro de la sociedad de ajedrez, en el que era campeón mundial....-miro otra vez a mi audiencia. Ya abrieron mucho los ojos.....
La Máquina Pensante- sigo un tiempo después, apuesta poder escapar de la cárcel más segura del país sólo con polvo dental, los zapatos lustrados y una moneda-
Miró a los niños....En absoluto silencio, apoyan las cabezas en los pupitres y prosigo, sobre todo porque la maestra corrió a atender a una niña desmayada por hambre en el aula de al lado....
¿Lo logra o no?-pregunto y empieza una animada discusión.
De tarea, la maestra los conmina a imaginar como el protagonista escapa, y claro, cada cuaderno tenía una solución imaginativa, pormenorizada, perfecta...Con o sin cena, la tarea la hicieron todos.
Esos tiempos son pasado, pero no para todos...
Por eso, Duérmete, Príncipe Iván, si lo necesitas, acá está la Princesita Rana....
jueves, 10 de septiembre de 2015
REBECA
Rebeca se pone sus sandalias doradas de taco alto antes que ninguna otra cosa....Camina, con su piel amada por el sol como otro amante, y frente al espejo se coloca el labial intensamente rojo....
Luego retorna y elige un interior de gasa siempre transparente y siempre del color mismo de su piel....
Un vestido blanco con vuelo y sin mangas....
Un impermeable estilo trench color tiza....
De un perchero descuelga su bolso Yves Saint Laurent, y guarda un libro llamado Beauté en Voyage....
Dentro del bolso también hay un labial rojo cardenal, preservativos y unas pastillas de menta...también un diminuta, imperceptible cápsula de cianuro.....
Rebeca abre la puerta del piso....
Sus largas piernas doradas dan largos pasos....
REBECA es mi nueva novela. Espero que pronto esté entre ustedes.....
Luego retorna y elige un interior de gasa siempre transparente y siempre del color mismo de su piel....
Un vestido blanco con vuelo y sin mangas....
Un impermeable estilo trench color tiza....
De un perchero descuelga su bolso Yves Saint Laurent, y guarda un libro llamado Beauté en Voyage....
Dentro del bolso también hay un labial rojo cardenal, preservativos y unas pastillas de menta...también un diminuta, imperceptible cápsula de cianuro.....
Rebeca abre la puerta del piso....
Sus largas piernas doradas dan largos pasos....
REBECA es mi nueva novela. Espero que pronto esté entre ustedes.....
miércoles, 9 de septiembre de 2015
CANTO EN EL ALBA
Acuérdate
de esas noches
Amor
que he tenido
Y
perdido en el alba
Las
sombras de nuestras voces
Del
llanto y del goce
Por
él amadas
Por
este mi caro sueño
Yo
me uní contigo
En
la tierra y las aguas
Tú
sabes que yo no miento
Si
digo que soñé esa noche
Que
un sueño me amara
Tus
manos que me han dejado
La
marca del hombre
Que
ayer me dejara
Mi
llanto que ayer muriera
Cuando
entre tus brazos
Se
iba mi alma
Acuérdate
que esa noche
Yo
cante este sueño
Que
perdí en el alba
Únete
a mí en el sueño
Pues
a tu vida toda yo la soñara
Deja
que muera el sueño
Que
yo haré entre mis versos
La
prisión del hombre
que
yo soñara
Si
es que el lleva tu nombre
Tú
no puedes saberlo pues eres sueño
Que
ayer soñara
jueves, 3 de septiembre de 2015
AYLAN
Aylan, duérmete dice la Madre
La Madre que es el Mar
Aylan, canta la Luna
La Luna le canta a Aylan
Que lo esperan dónde los Hombres
Son buenos y lo acunarán
Son buenas las Olas
Ellas te traerán
Dónde canta la Madre tu nombre
La Luna te llama: Aylan
La Madre que es el Mar
Aylan, canta la Luna
La Luna le canta a Aylan
Que lo esperan dónde los Hombres
Son buenos y lo acunarán
Son buenas las Olas
Ellas te traerán
Dónde canta la Madre tu nombre
La Luna te llama: Aylan
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